miércoles, 28 de marzo de 2012

DIARIO DE VIAJE (Berlín)

Lunes, 19 de marzo
¡Nos vamos! El viaje ha comenzado en el aparcamiento del centro cultural "La Despernada". Casi todos muy puntuales. No ha habido madrugón, así que vamos todos con ganas y sin mucho sueño. En Barajas, la foto de rigor: ¡somos muchos!


A punto de subir al avión
Tres horas de vuelo pasan volando (¿nunca mejor dicho?) y por fin estamos en Berlín, en el aeropuerto de Schönefeld. Hace frío y bastante aire. A Lucía le han perdido la maleta y a Kevin se la han roto... Reclamaciones. Mientras, los demás comemos algo allí mismo. Cuando está todo arreglado, nos llevan al hostel, un edificio de ladrillo visto (típico en Berlín), muy chulo y moderno por dentro... y enorme. Tan enorme, que para hacer la distribución de habitaciones nos hemos tirado demasiado tiempo, así que no podemos ya salir a ver nada. Pero ahí están la piscina y la sauna, para que a nadie le importe excesivamente. Hora de cenar: ¿y nuestro postre? Aquí pasa algo raro, habrá que solucionarlo. Hora de ¿dormir? ¿Quién tiene sueño? Los profes, claro, porque los demás... Alguna que otra bronca y avisos del segurata. Nos han fichado.


Martes, 20 de marzo
La culpa es de los alemanes y de los italianos..., ¿o no? El caso es que cuidadito con esta noche. Hemos quedado con los guías en el centro. Vamos a ir en metro, que llegamos tarde. ¡Aquí todo el mundo se cuela!, o eso parece, y nosotros tardamos casi media hora en sacar tanto billete. Nos esperan junto a la famosa Puerta de Brandeburgo (Brandenburger Tor)
Aquí empieza la visita histórica por Berlín
dos guías: Rocío, que es de Ciudad Real, y Olaf, muy majos los dos. Nos dividimos en dos grupos y, hala, a pasear por el Berlín oeste, que el este es feíllo. Lo que más impresiona, además del famoso monumento, es el Parlamento y el monumento a los judíos, que sorprende porque consiste en un bosque de bloques de granito (que no están ahí para que nadie se suba y salte de uno a otro, ¿vale?), de entre los cuales ninguno es igual a otro en dimensiones o altura, entre los que puedes pasear y sentir la opresión de los perseguidos. Vemos también el búnker en el que se suicidó Hitler; mejor dicho, el lugar donde se sitúa el búnker, ya que sólo se "visita" desde fuera. Continúa el paseo y avanzamos hasta el centro de la Gestapo, donde nos explican especialmente y con detalle todo lo referente a la historia del Muro; también vemos un vídeo. Y terminamos en el Check Point Charlie, momento en el que nos dispersamos un rato para comer.
Aún nos quedaba la tarde, con el Museo Judío, y eso que algunos no podían ya con sus piernas y sólo pensaban en volver a la piscina. En el museo, destacar la llamada Torre del Holocausto, una "sala" muy fría, gris, estrecha y de altísimo techo, cuya única luz es la que entra por una abertura superior, en la puedes sentir en tu propia piel la sensación de desamparo y angustia de los oprimidos.
El regreso consiste en una caminata que nos parece a todos tremenda, aunque si lo piensas en frío no es para tanto. Eso sí, los profes estamos de acuerdo en afirmar que, en cuanto estos chicos entran por la puerta del hotel, es como si se activaran de golpe. Muy curioso.


En el Reichstag o Parlamento Alemán


Miércoles, 21 de marzo
Nos recogen los guías, esta vez con autocar, para dirigirnos primero al Estadio Olímpico (sólo a verlo por fuera y hacernos alguna foto)


No es por nada, pero qué bien hemos salido...
 y luego al Campo de Concentración de Sachsenhausen. Durante el trayecto, da gusto escuchar (si escuchas en vez de dormir, claro) las explicaciones históricas que van dando los guías. Toda una lección de Historia que nos ayudará a entender mejor todo lo que estamos viendo y aún nos queda por ver... y por sentir. Sachsenhausen era un campo de concentración, no de exterminio, es una de las cuestiones que a los guías les interesa dejar claras antes de llegar allí; un campo de trabajo, básicamente, en el que murió mucha gente de hambre y de frío. Impresiona entrar por donde ellos -prisioneros políticos, en un principio, y judíos más tarde- entraron; observar los muros y las alambradas, las celdas donde eran castigados, el barracón donde se hacinaban, el suelo por el que caminaban kilómetros y kilómetros para probar la eficacia de las botas que allí se fabricaban... Y el esfuerzo por llegar a entrever siquiera qué puede empujar al ser humano a dejar de lado su humanidad, hasta el punto de despojar de una forma tan cruel a otro ser humano de la dignidad y de la vida que le pertenecen. Aprender lo que en la historia no debe repetirse es algo que siempre se dice cuando se tratan temas como éste y, desde luego, es lo que nunca olvidaremos después de esta visita a Sachsenhausen.


La entrada al campo de concentración. El reloj
marca las 11'10, la hora de la liberación. En la reja,
el lema "Arbeit macht frei" (el trabajo te hará libre)
La tarde, más relajada, la hemos pasado en la plaza de Alexander; algunos, comiendo algo; otros, intentando comprar souvenirs para su familia. Luego nos hemos acercado (andando, pese a quien pese) a la famosa Casa Tachelles, un edificio okupa cubierto de grafitis, donde el arte alternativo y a veces transgresor campa a sus anchas. Al principio da un poco de grima entrar, pero una vez dentro hay obras que sorprenden por su ingenio y su originalidad.


Jueves, 23 de marzo
Excursión a Potsdam, capital del estado de Brandenburgo. Nos hemos parado en un puente precioso, antes de llegar. Incluso por aquí pasaba el Muro, omnipresente. En él se cruzaban los espías de ambos lados, los rusos y los americanos, nos han contado. Había quien intentaba huir bajo el agua.
El día es espectacular, un tiempo fantástico que acompaña en una salida tan diferente a la de ayer. Jardines, un lago, el palacio donde se celebró la conferencia de Potsdam; la tumba de Federico I, en Sans Souci, junto a la de sus perros. Y un paseo por el barrio holandés, lleno de tiendas y gente en las terrazas.


En Sans Souci, palacio de verano de Federico II 
el Grande
La tarde la hemos dedicado al arte en el Museo de Pérgamo (Pergamonmuseum), con sus tres joyas arqueológicas: el Altar de Zeus de Pérgamo, la Puerta de Ishtar de Babilonia y la puerta del mercado romano de Mileto, que simplemente te dejan con la boca abierta. Nos lo han contado a la vuelta a las que nos lo hemos perdido: Floppy tiene fiebre y no puede con su alma, así que Lucía y yo la hemos acompañado al hotel en taxi. A ver cómo se encuentra mañana.


Viernes, 23 de marzo
Hemos dejado las maletas preparadas y salimos en busca de las últimas compras, pero primero paseamos junto al Muro en la llamada East Side Gallery, que ya habíamos visto desde el autocar y resulta que está al lado de nuestro hotel. Dibujos muy famosos, como el del beso, y siempre comprometidos y con mensaje contra la falta de libertad del hombre.


Aquí finaliza el fragmento más largo que se
conserva del Muro."Thoughts are like traces of
birds in heaven"
No ha habido suerte con las compras; Olaf nos dijo que este barrio sería ideal y, sin embargo, creemos que su idea de ir de compras no coincide con la nuestra, con la de un turista, vamos. Un poco mosqueados, volvemos corriendo al hotel..., sin demasiados regalos que llevarnos a España, pero seguro que con muchos recuerdos.


Sin retrasos. Sin problemas. Cansados pero contentos. Nos esperan nuestras familias con muchas ganas de abrazarnos y de que les contemos nuestra experiencia alemana. Los profes nos hemos despedido en el autocar con unas palabras, que más o menos podríamos resumir así:

Ha sido un placer viajar con vosotros...


 Nos vemos en el insti.

miércoles, 7 de marzo de 2012

La huella del crimen... (exposición de novela negra y policíaca)

Estamos de estreno, de nuevo, en nuestra biblioteca. Ha sido la de hoy una inauguración espectacular, con gran afluencia de alumnos y profesores y, lo que es mejor, con un total de 70 préstamos en media hora. El esfuerzo de David, responsable de la biblioteca
El Inspector y su ayudante
 y organizador de esta magnífica exposición de novela negra y policíaca, está dando sus frutos. Ha habido chuches y un precioso marcapáginas de regalo para los asistentes. La música de fondo, a cargo del profesor Roberto Mosquera al piano, ambientaba aún más si cabe el paseo entre títulos sugerentes, zonas acordonadas, cuchillos ensangrentados y hasta una guillotina... Todo, bajo la atenta mirada del inspector de Scotland Yard y su pipa.


Durante las próximas semanas, podremos disfrutar de una completa biblioteca "criminal", en la que encontraremos cine y cómic negros, novela japonesa, americana, nórdica, europea y española, clásica y en inglés.



Sin olvidar la interesante información sobre damas negras
 (escritoras destacadas en la novela negra y policíaca),
 y novela americana e inglesa, que recubre el vestíbulo de entrada.


Escritores como Patricia Highsmith, Cornwell, Conan Doyle o Vázquez Montalbán te esperan en la biblioteca... SI TE ATREVES... 


La hispano-olivetti, imprescindible